Hola, Snæfellsness 🙂
En días con vistas claras durante nuestro tiempo en Reykjavík , ya habíamos visto la peninsula – con su volcano alto cubierto de nieve – desde lejos. Ahóra nos fuimos a verle de cerca dandole una vuelta por la ruta panorámica que sigue la costa del Parque Nacional Snæfellsness.
Después de recoger nuestro coche de alquier en el aeropuerto regional de Reykjavík, nos pusimos rumbo al nordoeste donde nos esperaba la naturaleza máginca de Islandia. Lo más facíl de ver un montón de las attracciones de la isla es seguir la «Hringvegur» que da uns vuelta al parte intererior de la isla.
Así nosotros tambiém empazamos y seguimos la ruta 1 por un buen rato hasta llegar a Borganes. Hvalfjarðargöng tunél – longitud aprox 6 km – pasa por debajo del Hvalfjörður – Fjord de Balenas – acorta esa etapa por unos 50km desde se abrió en 1998. Muy bíen, queda más tiempo para paradas y fotos.
Pues, la primera parada no era para la naturaleza sino para un cafetito caliente y un bocadillo muy rico del «Geirabakari Kaffihus», justamente a lado del puente de Borganes. En Borganes también salimos del Hringvegur y seguimos el 54 hasta Snæfellsness.
Naturaleza preciosa, escondiendose en las nubes bajas
El paisaje cambiaba de repente. Cuestas piedradas y austeras se elevaban sobre pastos abierto verdes costales. A veces la ruta pasa por rios de lava – degradadas del tiempo hasta formaciones bizzares y por parte cubierto de vegetacion – y de lejos pillamos cascadas de agua como largos lazos blancos y finos contra las rocas de rojo, grís y marrón.
Lo que tiene que esperar hasta que volveremos:
- Ytri Tunga – Playa de focas
- Búðakirkja
- Anarstapi con su puente de piedra, Bárðar Saga Snæfellsáss Estatua y Gatklettur
Lo que hemos poder visitar:
- Londrangar View Point – alcantillados altos y columnas de basalt
- Vatnshellir Cave – era cerrado, pero hemos poder echar una vista desde la entrada
- Djúpalónssandur – mirador y playa negra de lava
- Ingjaldshóll – iglesia idilica can vistas sobre la costa norte
- Kirkjufell cumbre y cascada de agua
Para una noche nos quedamos en una cabaña comodamente equipada del Hotel Stundarfridur cerca de Stykkisholmurwas. Aunque el viento aumentaba, fuimoas al pueblo y gozamos de una cena muy buena en el Sjávarpakkhúsið. Recomendo pre-reservar y probar el menu de degustación.
La borrasca aullaba con furía por toda la noche, pero no se llevaba las nubes bajas. Depués de un almuerzo rico en el restaurante del hotel – pediodo ya la noche anterior y preparado respetando las necesitadas especiales por COVID – fuimos a ver si en unas de las puntas de vistas cecanas se posía ver mejor que ayer … no, nada.
Así dejamos de seguir por la ruta norte de Snæfellsness y fuimos de vuelta a Borganes – y a otro cafetito – para desde ahí coger otra vey la Hringvegur con rumbo a Sauðárkrókur.